sábado, 16 de agosto de 2008

Gea, lo femenino divinizado

Gea es la primera divinidad que nace del Caos; más tarde que el Caos nacerá Eros. De Gea, diosa femenina y madre fecunda, nace sin intervención masculina Urano (el cielo), las inaccesibles Montañas y el Ponto (el mar). Más tarde Urano, al cubrirla por completo, se une a ella e, impulsados por Eros, engendran a Titanes y Titánides, Cíclopes y Hecatonquiros. Pero Urano, unido a ella permanentemente, impide el nacimiento de su descendencia. Hasta que Gea pide a su hijo Crono que le ayude a separarse de Urano. La única solución es que Crono colabore con su madre Gea y castre a su padre Urano.


Vemos por tanto que en la teogonía y cosmogonía antiguas Gea es la primera divinidad, la divinización de lo femenino, de la fuente de vida, del origen de los dioses y del mundo (aire, tierra y mar). Más tarde, como principio femenino unido por Eros al principio masculino, se convertirá en madre de una estirpe inacabable. Como madre desempeña además un papel protector de la vida, garantizando la viabilidad de su descendencia frente al egoísmo masculino. En esa defensa de la garantía de su descendencia no duda en enfrentarse al cónyuge, castrar al macho y colaborar en la eliminación del padre.


En la antigua Grecia los juramentos hechos en nombre de Gea eran considerados entre los más sagrados. Hasta los mismos dioses juraban en su nombre. Así lo hace Hera en la Ilíada: "Juro en nombre de Gea y del vasto cielo sobre ella..." Y en un himno homérico aparece como "la madre universal, con fundamento firme, la más antigua de las divinidades."


Gea, la Gran Madre, la Madre Tierra, aparece bajo diversas formas por toda la mitología indoeuropea desde Europa occidental hasta la India.


La geología nos dice que la actual forma de la Tierra es el resultado de un dinamismo interno continuo. En el origen de la actual configuración de los continentes se cree que existió un supercontinente que los científicos denominan Pangea. Este nombre al parecer lo utilizó en 1912 Alfred Wegener, principal impulsor de la teoría de la deriva continental.

Desde hace 46 años, el día 22 de abril se celebra el Día de la Tierra. El año 1962, el senador norteamericano Gaylord Nelson comienza a hacer un lobby político para que el tema medio ambiental forme parte de la agenda gubernamental del presidente John Kennedy. Después de varios años de trabajo social y político, en 1969 aprovecha los ímpetus de la airada protesta civil contra la guerra de Vietnam, y convoca a una gran manifestación popular donde las personas de todo el país expresan su preocupación por el manejo del tema medio ambiental a nivel nacional. En noviembre de ese año, el New York Times en palabras de Gladwin Hill, publica:
"La conciencia sobre la crisis medioambiental está arrasando los campus universitarios con una intensidad sólo comparable con el descontento con la Guerra de Vietnam... por ello las oficinas del senador Gaylord Nelson planifican un día nacional para conversar sobre los problemas medio ambientales... para la próxima primavera."

Así, el año 1970, el día 22 de abril (equinoccio de primavera en el hemisferio norte) se celebró por primera vez el Día de la Tierra. La presión social tuvo sus frutos, y ese mismo año el gobierno de Richard Nixon crea la Agencia de Protección Medio Ambiental (EPA en sus siglas en inglés), con la misión de proteger el medio ambiente y la salud pública. En el mismo año, el congreso norteamericano promulga el Acta del Aire Limpio (Clean Air Act) con el objetivo de establecer estándares seguros sobre calidad del aire, emisiones y polución contaminante. También en 1970 el senador Nelson funda la Red del Día de la Tierra (o EDN por sus siglas en inglés), que como institución de carácter global, promueve la celebración del día de la Tierra como una instancia de reflexión y acción en favor del medio ambiente.